BIEN DE INTERES CULTURAL SALINAS DE POZA DE LA SAL
(tomado de Fundación del Patrimonio de Castilla y León feb 2012)
Datos Generales
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Descripción
B.O.C. y L. 17/11/2000 Documentación
Las salinas de Poza de la Sal, que dan nombre a este municipio, se encuentran situadas justo en el borde del Páramo de Masa, donde los terrenos descienden bruscamente hacia la planicie Burebana, como un inmenso cráter de 2,5 Km. de diámetro que constituye uno de los diapiros más perfectos que existen. Los bordes del falso cráter, de contorno prácticamente circular, encierran dentro de sí la cuenca salinera y sus paredes muestran la historia geológica del lugar desde la formación de la sal que se corresponden a los períodos triásico, jurásico y cretácico. El dato más antiguo sobre el poblamiento de esta zona nos lo aporta el yacimiento «El Castellar», atribuido tradicionalmente a un Castro de la Edad del Hierro, del que apenas quedan restos de superficie. La romanización está atestiguada por los restos romanos conocidos, entre los que destacan la colección de estelas-casa de tipo funerario. Algunos investigadores han identificado la villa de Poza de la Sal con la antigua «Salionca», ciudad romana de nueva fundación. Según Abásolo, en Poza se cruzaban algunas calzadas romanas de importancia secundaria, que unían Amaya, Briviesca y Cantabria. El inventario arqueológico de Burgos recoge los yacimientos catalogados de: «El Castellar» - Castro Perromano. «El Milagro» - Ocupación de la II edad del hierro y época romana. «Granja La Vieja» - Necrópolis romana. La primera referencia escrita sobre la villa corresponde al 1 de diciembre de 965. Fue repoblada por Fernán González y a principios del siglo XI es el centro de un pequeño alfoz. Hasta 1298 fue lugar de realengo, siendo donada por Fernando IV a Juan Rodríguez Rojas. Durante toda la Edad Media la villa de Poza se convierte en un gran centro de producción y comercio de sal, vinculada a la familia Rojas. A medianos del siglo XV, se construye el Castillo para defender las salinas y su distribución, a la vez que se protege la villa con una muralla. Con los Reyes Católicos la actividad salinera de Poza se ve favorecida al fundar la Cabaña Real de Carreteros, para fomentar el transporte, a la vez que se establece privilegios de protección para esta actividad. Posteriormente Felipe II determinará que la comercialización de la sal pertenezca exclusivamente al Estado, que compraba toda la sal producida y monopolizaba la venta de sal en todo el país. En el siglo XVII se construye el edificio de Administración de las Salinas, y los grandes almacenes de sal se edifican a principios del siglo XIX, dándose a mediados de este siglo la mayor producción. A mediados del siglo XX la aplicación de sistemas de explotación salinera más rentables, con introducción de nuevas técnicas, tiene como consecuencia un desarrollo de salinas costeras, con la consiguiente decadencia de los centros continentales, como Poza de la Sal. La fabricación de la sal en las salinas de Poza está descrita en el estudio realizado por D. Eduardo Sáiz Alonso de la siguiente manera: «La halita o mineral salino era disuelto en agua dulce que se introducía en el subsuelo, extrayéndose más tarde el agua salada. Este líquido se almacenaba en grandes piscinas desde donde se llevaba, en pequeñas porciones a los cristalizadores, y allí, expuesto al calor, sedimentaba la sal en su fondo mientras se evaporaba el agua. La sal se recogía y se guardaba provisionalmente en el mismo lugar de fabricación, para llevarse al final de temporada a los almacenes». Todo este largo y laborioso proceso, que ha centrado históricamente la actividad de los pocenses, ha ido dejando su huella en el paisaje, a través de distintos elementos estructurales elaborados por el hombre para la elaboración de la sal, y que como partes integrantes se incluyen en la presente declaración. «Cañas»: Pozos verticales que llegaban hasta el mineral, comunicando la galería con el exterior. «Galerías»: Túnel excavado al nivel de la roca salina, por donde se hacía transcurrir el agua dulce. «Fuentes»: El agua dulce se recogía de las fuentes (Fuente Cubo, Fuente Villa, Fuente del Canto, Fuente La Nava, etc.) y se conducía con canales de pino hasta las cañas. «Pozos de reserva de agua»: Construidos detrás de «El Castelar» en época de máxima explotación de las salinas. Se localizan en el término de Los Urnios y otro en el término de pozo Cuende. «Pozo»: Gran recipiente excavado en el suelo donde se iba acumulando durante todo el año la muera que elaboraban las cañas. Cada granja disponía de uno o varios pozos. «Era»: Se llamaban eras o cristalizadores las cubetas donde se llevaba a cabo la insolación de la muera, consiguiéndose la cristalización y sedimentación de la sal mediante la evaporización del agua por el calor. «Chozas»: Estructura de soporte de la era que ofrecía un recinto cerrado bajo aquéllas, que servía para contener la sal elaborada hasta el momento de llevarla a los almacenes. «Chozones»: Estructura de soporte de la era, de puntales y vigas de madera, que permitía lograr un plano horizontal sobre un terreno en pendiente. «Almacenes»: Edificios pagados por el Tesoro Público para guardar y comercializar desde ellos la sal producida en las salidas de Poza. Depósito: Situado en el extremo inferior del pueblo junto a la carretera que sube hasta el Portillo. Las almedreras: No conocemos su emplazamiento, sólo su destrucción temprana y su ubicación en este valle. Trascastro o Trescastro: En la parte alta del salero. La Magdalena: En la parte Norte de la Cuenca junto a la Ermita del mismo nombre. «Albañales»: Canal de desagüe, generalmente ancho, que recogía las aguas torrenciales por encima de las granjas para conducirlas hasta La Torca. DELIMITACIÓN DE LA ZONA AFECTADA POR LA DECLARACIÓN: Arranca del denominado «Acueducto Romano» en dirección N. hasta llegar a alcanzar en línea recta los 1.021 m., según el plano que se adjunta. Sigue en dirección NW. por la línea de cumbre de Peña de San Cristóbal, San Andrés, Altotero, hasta el encuentro de la carretera de Cornudilla-Villadiego. Desde la carretera enlazaría con la curva de nivel 1.050 en dirección SE., hasta el cambio de dirección de ésta, continuando por la línea divisoria de las aguas hasta la muralla almenada de Poza de la Sal. Desde aquí, por las traseras de la calle Larga, calle de Depósito, hasta llegar al «Acueducto», del que partimos siguiendo la delimitación marcada en el plano de 1977 del Ministerio de Cultura, que forma parte del expediente de declaración de conjunto histórico-artístico de Poza de la Sal (Burgos)». Texto descriptivo que acompaña a la declaración del Bien. B.O.C. y L. 17/11/2000 |